Derritiéndome...

30º a la sombra y Johannes se sigue lavando las manos con agua caliente. Yo no lo entiendo, aunque lo mismo pasaba con Frank.
Yo no soporto el agua caliente para lavarme las manos con agua caliente (en invierno a veces, puede haber excepciones) pero es que a la temperatura que estamos ahora... impensable.

Aunque el otro día vi algo mucho más sorprendente. Entré a los baños del edificio del CSID (os lo juro, hay que registrarse cada vez que se entra y se sale... yo no sé qué es lo que habrá allí dentro...). Como decía, entré al baño y había una tía lavándose los dientes. Me fui a lavar las manos y el grifo estaba puesto en caliente, así que lo giré hacia el frío. Pero es que cuando acabé, la tia había acabado de cepillarse los dientes y se iba a enjuagar y puso el agua caliente!! Que ascazo que me dio! Con lo fresquita que se te queda la boca enjuagándote con el agua fría (es que aquí sale fría fría) y no con caldo... ains, estos alemanes no saben. Menudo derroche energético además.

Pues eso, que me aso. Necesito una playita cerca para ponerme a remojo... aunque eso lo veo difícil. Además mi cuarto se ha convertido en la última semana en un horno. Yo no sé la temperatura que puede hacer aquí, pero mucha. Necesito un ventilador ya!

A la vuelta de Hamburgo me lo compro.

Ya contaré a ver que tal ha ido el viaje, que promete.